sábado, 28 de noviembre de 2020

“No estamos aquí de visita”

 


El título es una estrofa de una de las canciones de Enrique Bunbury: “Por qué las cosas cambian”, pero me ha sido impactante el entender la frase.


Tiene sentido pensar/sentir (consciente y/o inconscientemente), que tenemos control de lo que hacemos y vivimos, de lo que decimos y pensamos. Sin embargo puedo contradecir a cualquier persona que me niegue que a diario, en algún punto de la vida, nos sentimos inquietos acerca de en dónde estamos y hacia dónde pretendemos dirigirnos.


No estamos aquí de visita, estamos aquí para tomar cartas en el asunto; pero, ah chingá, ¿cuál asunto?, la vida en si; tenemos la oportunidad de entender, analizar, desmenuzar, apreciar, texturizar, sentir, saborear, planear/improvisar, etcétera!! De esta estancia terrenal, que me hace profundizar acerca de la maldita frase: “No estamos aquí de visita”.


Por qué no, simplemente, llegamos a un lugar y saludamos con emoción, e incluso jovialidad, a otra persona? A caso eso nos desgasta? Nos hace sentir que le damos nuestra energía para dejarnos en el piso? Esas putas envidias/“mesuras” nos llevan a la erosión de una red social/laboral que podríamos alimentar si fuésemos humildes, constructivos, menos animales, prójimos chingado!


No, no estamos aquí de visita, estamos aquí para dejar huella, huella positiva, sin rencores, sin cargas emocionales negativas, sin pesadez de cualquier tipo; puta madre, para ser constructivos siempre, amar, ser, estar, dejar una parte de ti en el camino, que dejará un mensaje para quien lo quiera tomar, o un aprendizaje para quien lo quiera asimilar.


Los amo y me cagan.


D.A.

viernes, 13 de marzo de 2020

Las secuelas del ayer...

Me da risa utilizar este título de publicación, dado que me aparece como "borrador" desde Junio de 2012, y creo que aplica en muchas etapas de nuestras vidas.

¿Cómo demonios nos despertamos, tratando de iniciar el día con la esperanza de hacer las cosas de mejor manera que las hicimos ayer? En ocasiones, nos despertamos intentando hacer lo mismo que el día anterior, a manera de "copiar y pegar", dado que ya sabemos que nos funciona y eso nos mantiene "confortables".
Cada persona busca un modo de expresión, y de aceptación, presente o pasada, interna o externa, pero a través de la expresión, ya sea verbal, artística, social, laboral, musical, culinaria, intelectual, etcétera; buscamos de algún modo una aceptación, ya sea propia y/o ajena, por alguna carencia o ausencia en nuestras etapas tempranas de vida o tal vez por culpas que cargamos y que buscamos resanar, y en cuyas muchas ocasiones, esas culpas son ajenas pero las apropiamos por una inmadurez emocional, por obvias razones.
Hoy, a ocho años del título de esta publicación en este blog, me atrevo a decir que muchas cosas han evolucionado, y no precisamente para bien; un ejemplo claro, es mi manera de percibir y expresarme en este texto, causado principalmente por el cómo nos comunicamos ahora; de una manera impersonal, distante, carente del 70% del resto del mensaje, el cual lo ocupa la emoción y la expresión facial y corporal. Este tipo de comunicación genera un ambiente un tanto hostil, diría yo, si eres una persona extremadamente sensible a los cambios de tono y/o a los cambios "gesticulares" de la misma escritura. Eso nos hace vulnerables a la incertidumbre de nuestro pensar y, por ende, a dejar en manos de nuestro pasado, la interpretación de la expresión escrita.
A ver, para poner en contexto esto, hagamos un ejercicio, lee la siguiente oración, imaginando que la dice tu mamá:
- "No me gusta lo que estás diciendo."
Ahora bien, pensando como te lo diría un extraño en la calle:
- "No me gusta lo que estás diciendo."
Hace un cambio en la psique del ser, aunque no lo queramos, sin embargo debemos entender que las palabras eso son, y que debemos aprender de lo que aceptemos y de lo que no también, con humildad y amor, porque si definimos amor nos llevaría otro blog, sin embargo ya ando pedo y debo dormir porque mañana trabajo y tengo que enviar mensajes de amor temprano si no me pedorrean.

Pero bueno, lo que quería marcar como sello en este infeliz blog alcohólico co-dependiente depresivo compulsivo y lleno de ansiedad y rivotril, es que, el maldito asqueroso pasado, así haya sido hace 20 años o hace media hora, nos puede mermar para el futuro, de manera negativa o positiva, y generalmente, si no lo trabajamos en el presente, será de manera negativa, si le echamos huevos y nos mordemos el orgullo y la arrogancia, saldremos victoriosos.

Me cagan, los amo, me odio, me amo. Les mando un beso en la nuca.

D.A.

jueves, 20 de febrero de 2014

La madera de la puerta

Es lindo amar, es lindo tener ilusiones y sueños; lo que no es lindo es no llevar a cabo esos sueños que se tienen.
Una puerta es un paso hacia otra estancia, hacia otra situación, hacia otra habitación ya sea física o metafórica, puertas existen muchas y de muchos modos.
Las puertas que encontramos en nuestro camino en ocasiones están abiertas y en ocasiones no, y cuando no lo están, abrirlas puede ser un desafío o una rutina de "hackear" dicha puerta.
En lo personal, considero que las puertas más auténticas son las puertas de madera: en su momento tuvieron vida, tienen mucha más "personalidad" por ende, mantienen frescura y le dan clase al lugar, a pesar de ya no tener vida como parte de un árbol.
Las puertas físicas son predecibles, lógicas, tristemente fáciles de entender y de abrir. Las puertas emocionales, espirituales, mentales, son todo un reto, especialmente cuando son puertas que nosotros mismos no somos capaces de abrir cuando son parte de nuestra estructura, pensamientos/sentimientos que tenemos suprimidos y no trabajados que, aunque estén "cerrados", siguen influyendo en nuestra vida.
Existen también las puertas que en algún momento tuvimos abiertas y, por decisión, permitimos que se cerraran por si mismas y, obvio, años después, entendemos la importancia de dichos accesos, pero también aprendemos de las consecuencias del por qué se cerraron.
Los días son oportunidades, las oportunidades, esas puertas de las que hablo; no es necesario ser ingeniero aeroespacial para entender mis estúpidas metáforas. Creo que cada día tenemos varias puertas que abrir y otras que se cierran, muchas que no valían la pena y otras que no era el momento adecuado para atravesar.
Desde mi perspectiva, hay muchas puertas que he cerrado por mi bien, pero existen otras que cerré sin querer y por no tener la madurez o fortaleza para cruzar. No tengamos temor de esas puertas que no hemos cruzado de nuevo, tal vez el otro lado ya no será un fracaso o una situación incómoda, y si lo es, estaremos mejor preparados para entender y aprender, con amor y siendo más generosos en nuestra alma.
Nada está escrito, somos nuevos en esta aventura llamada "vida", y por ende, todos continuamos aprendiendo; nada perdemos intentando cosas nuevas, no escritas, escribiendo historia.
Un abrazo a todos!

Daniel

sábado, 8 de febrero de 2014

Claridad y presencia...

Cuánto tiempo pasamos revisando redes sociales? Ya sea en un ordenador (haha no mames "ordenador"), una laptop, una tablet o un smarphone? Debería existir un límite para tales situaciones, oh espera!! Se llama "batería baja".
Si, es lo único que nos detiene de estar inmersos en algún tipo de pantalla y que nos hace "presentes".
Sería genial que tuviéramos la consciencia (y por ende la voluntad), de ser presentes, es decir, el presenciar la vida en su más simple expresión, apreciarla, interactuar y por ende vivirla! En vez de recurrir al smartphone a manera de "muletilla" social para evitar una situación social incómoda. En vez de recurrir a ello, sería un buen ejercicio social el voltear a ver a cada persona alrededor, por ejemplo en una sala de espera (no de funeraria, ahí si sería mal pedo), pero en alguna sala de espera como para pagar el predial o para esperar las gorditas Doña Tota o cuestiones por el estilo; mirar a las personas y ver cómo se comportan ante nuestra mirada, no fija ni intensa, simplemente humana, buscando al ser humano dentro del ser humano. Después de ello, sonreir y dar los buenos días (o tardes o noches, según sea el caso), entablar una interacción que no sea virtual, volver a las bases. Tratar de que una comunicación deje de ser virtual, de que, en vez de dejar la vida trascender a pesar de nosotros, seamos partícipes de ella.
Es muy fácil el asumir que todo está bien en nuestro entorno haciendo comentarios en publicaciones, eso es virtual, el verdadero trabajo es tomar acción en tercera dimensión. Si te quejas de las decisiones de quien te representa en un congreso, hazlo saber, pero también llénalo de propuestas y no de quejas, de quejas está llena nuestra naturaleza paternalista en la cual pedimos y exigimos pero sin nada a cambio, pongámonos a trabajar y aportemos a la sociedad, esas mamadas de "sin nada a cambio" no son ciertas, redituarán eventualmente cuando todos seamos conscientes y presentes, claros en lo que queremos y presentes en lo que anhelamos.
El gobierno, del cual todo mundo se queja, es secundario, soy una persona apolítica pero convencido de que somos sociedad y por consecuencia, nosotros nos gobernamos. Apliquemos un poco de sentido común en el día a día, poniendo la basura en su lugar, tomando decisiones adecuadas que beneficien a la sociedad sin perjudicar a las minorías, soy nuevo en expresar este tipo de perspectivas pero soy parte del pueblo, soy un ser humano como todos y también quiero que mi entorno tenga armonía y paz.
Seamos coherentes entre lo que exigimos y lo que ofrecemos.
Un abrazo.

Daniel Aguilar

jueves, 2 de enero de 2014

La evolución de la conciencia

En término, conciencia es el conocimiento que un ser humano tiene sobre sí mismo y/o sobre su entoro; a su vez, es el modo en el que percibimos lo que nos rodea y a la vez lo que rodeamos y/o influimos.
La historia nos ha enseñado que la conciencia juega roles importantes en la conducta social, podemos ser "racionales" o no, ¿cómo puede ser esto?
Fácil, un buen ejemplo: los padres de nuestros padres (y pre-cesivamente), fueron educados a que las actividades propias del hogar tenían que ser realizadas por el sexo femenino... "ah chingá chingá! por qué?" Posiblemente por que en ciertas regiones de Mesoamérica y Aridoamérica, las primeras culturas homo-sapiens heredaron las costumbres de que, el macho salía de cacería (es por ello nuestra larga nariz y nuestras grandes orejas, para identificar presas o peligros), mientras la hembra cuidaba el "nido" y lo mantenía confortable para cuando el "macho" regresara de dicha travesía. "Bueno ok, y luego qué pedo??" El tema es que se adaptaron esas costumbres al día a día, y en muchas culturas latinoamericanas se quedó "tatuado" ese tema.
Encima de todo esa "misogeneidad genética/cultural", cargamos con situaciones que no nos competen resolver, sino que competían resolver a nuestros antepasados. Otro ejemplo, el alcoholismo, ese es un tema para escribir 10 blogs como mínimo y con letra tamaño "8" y sin espacios para que se entienda, pero no profundizaré en ello, solamente en sus consecuencias.
¿Cuántas personas conocemos que han sido víctimas de un problema así, y por ende su situación familiar/social/laboral/de pareja? (Me incluyo). Ahora bien, si tenemos presente que esos clichés mentales/emocionales que involucran el machismo y el alcoholismo, no nos llevan mas que a la inestabilidad del pensar y del sentir, en qué momento podemos actuar?
La respuesta? HOY! Todos tenemos la responsabilidad (consciente o inconsciente) de actuar y evolucionar, ser partícipes de una mejor sociedad y mejores bases para educar a nuestros hijos, que no cometan nuestros mismos errores, y a la vez nosotros no cometer los mismos errores que vivimos que, aunque no fueron intencionales, podemos identificarlos y trabajarlos.
Si todos somos humanos, todos tenemos el mismo instinto de supervivencia, pero a la vez, estamos dotados de un raciocinio que podemos explotar más allá de nuestras costumbres y/o "rasgos genéticos", podemos ser más.
Volvamos a las bases emocionales mas no instintivas, amemos pero no reaccionemos visceralmente, pensemos pero de manera constructiva y con buenas intenciones, actuemos pero por el bien común y no individual. Se lee fácil, pero requiere introspección, paz interior y mucho amor e integridad.
Intentémoslo juntos, usemos el cliché del inicio de año para actuar con buena voluntad y con amor, a manera de propósito, y aunque no fuese inicio de año, cada día es una oportunidad para hacer las cosas mejor y para evolucionar nuestra conciencia, hacia nosotros mismos y hacia los demás.

Daniel Aguilar

jueves, 26 de diciembre de 2013

Las prioridades son relativas

Exacto!! Tienen un espacio y tiempo, es decir, mi prioridad es comer cuando tengo hambre y en donde hay comida, no es prioridad cuando no tengo hambre o donde no hay que comer, dado que buscaré un lugar donde haya comida!
Utilizando el hambre como un motor humano (animal) que nos permite seguir andando en esta plataforma cuántica llamada universo, existen muchos escenarios en los cuales podemos colocar la relatividad de las prioridades. En este momento no requiero nadar, dado que estoy a cerca de 200 km del mar, a aproximadamente 60 km de una presa, a 40 km de un río y a 3 km de una alberca, entonces? para qué carajos requiero nadar? Ah bueno, pero qué tal que inesperadamente despierto en una bahía rodeada de arrecifes petrosos y con marea alta, tengo dos opciones, o escalar o nadar!
Otra, y bastante común hoy en día, el uso del smart phone... carajo!! Cuánto nos dura la batería hasta que el led rojo comienza a titilar ansiando "mamar" energía eléctrica para su recarga?? Obvio depende del uso que le demos, y, de qué depende el uso que le demos? De nuestra necesidad de estar "conectados" con otros, sin embargo, qué tan realmente "conectados" estamos con esos "otros"? Y con nosotros mismos?
Escribo esto por que he sido (y soy) víctima de este tipo de "martirio"; aún recuerdo (si me tocó en mis tiempos y ahora tengo "escasos" 32 años), escribíamos cartas, esperábamos a llegar a casa a llamar desde el teléfono local, ansiábamos esa reunión-fiesta-fandango del fin de semana para ver a aquellas personas con quienes habíamos organizado reunirnos.
Los tiempos cambian acorde a la tecnología, y por ende las prioridades, sin embargo también las cuestiones emocionales, espirituales y de interacción evolucionan y no son las mismas.
Hemos evolucionado el tema del color de la piel, hemos evolucionado el tema de diferenciales en cuanto a ideologías políticas y religiosas (que seguirán de la mano hasta quién sabe cuando putas!!), hemos evolucionado en temas de género (incluyendo relacionarnos no con el mismo sexo). Eso ha sido por que cada vez existe más diversidad de pensamiento que hace 50 años, y por ende, hay que evolucionar por que las cosas son relativas a nuestro tiempo y no relativas a tiempos pasados, dado que somos el presente carajo, y esperemos que el futuro, y no solamente a través de nosotros sino de nuestros hijos, nietos, etc.
Poniéndolo en un sentido más local, un ejemplazo que aplica bastante bien, si durante nuestros early-20's nos comportamos de un modo infantil, poco responsable, autodestructivo; por qué no hacer introspección, retrospectiva y saber entender el por qué de ese comportamiento y evolucionarlo para que, nuestra relatividad del pensar crezca y podamos mejorar las relaciones interpersonales (familia, amigos, pareja, prójimo en general) en un futuro? Siempre habrá fallas, pero al menos iremos "pavimentando" esos huecos que existen desde mucho antes, evolución, relatividad de dónde venimos y hacia dónde queremos ir, teniendo conocimiento pleno del dónde estamos parados!
Suena raro, siento que un poco trillado, a veces los ejemplos ayudan a ver una perspectiva diferente, hablemos siempre claros, directos, nos hará tener mejor interacción con el mundo, y nos dará satisfacciones personales al sentirnos entendidos y a la vez empáticos.
Evolucionemos, día a día es nuestra oportunidad para hacerlo paso a paso.
Abrazo de tamal, felices fiestas! Evita el exceso!

Daniel Aguilar

viernes, 8 de noviembre de 2013

La luz y la "sombrita"

Si nos da frío, nos quejamos! Si nos da calor, nos quejamos! El pedo es que nada nos "embona"; creo que este desmadre de las redes sociales nos tiene tan mimados que, tanto comentarios "izquierdistas" o "derechistas" nos ponen los pelos de punta, al grado que nos volvemos "violentos" en nuestro modo de opinar y/o discutir una idea.
A ver gente, para empezar, ¿qué somos? Personas. ¿Qué queremos? Vivir de manera plena. Ahora bien, definamos plenitud; según la real academia del wikipedia, plenitud es "Totalidad, integridad o cualidad del pleno." Ah chingá, pos cual pleno?!
Viremos nuestra mirada a una perspectiva diferente, ¿qué tal que ese “pleno” es relativo a cada ser humano? ¿Qué tal que la felicidad y plenitud de una persona es opuesta a la de otra persona?! Madres!!! En dónde estamos parados o hacia dónde están enfocados nuestros esfuerzos?
Todos somos “individuos” por una razón, por “individualidad”, la cual define a cada persona por sí misma, así pues, cada quién tiene una felicidad diferente, una plenitud diferente, un modo de ajustarse a la sociedad y a la vida, diferente. Si llegamos a alcanzar el grado en el cual podamos respetar esa felicidad y esa plenitud de cada quién, no habrá pedo!!! Dejaremos a un lado los prejuicios y las mamadas de querer darle gusto al mundo, no hay necesidad; si la vida te da limones y tu quieres guayabas, pos busca un puto árbol de guayabas con una chingada! Y vende los limones a quien esté buscando limones.

Los amo, nunca cambien, cueros mil, bye!!

Daniel Aguilar